OMENTARIOS DEL SUPERINTENDENTE ALBERTO CARVALHO EN LA REUNIÓN DE LA JUNTA ESTATAL DE EDUCACIÓN, EL 21 DE SEPTIEMBRE DEL 2015 Hace casi siete meses que un millón de estudiantes en todo el estado de la Florida se sentaron delante del monitor de una computadora, para tomar la muy anticipada y altamente debatida Evaluación de los Estándares de la Florida (Florida Standards Assessment). Los estudiantes fueron preparados por sus profesores y estaban confiados en sus habilidades de demostrar lo mucho que habían aprendido el pasado curso escolar. Todos sabemos lo que ocurrió durante esas semanas de pruebas - los estudiantes experimentaron el ser expulsados de los programas de computadora en los cuales trabajaban, vieron pantallas en blanco, un ataque cibernético, cancelaciones diarias del distrito en medio de dichas examinaciones, bueno... ustedes saben los detalles. Desde entonces, mucho se ha escrito sobre este menos que perfecto lanzamiento - un estudio de validez con más de 130 páginas de gráficos, datos y recomendaciones, numerosos artículos de prensa y artículos de opinión y 45,000 cartas a entidades estatales; todo esto en un intento de razonar con cualquier persona que escuchara acerca de la irracionalidad de los que son inflexibles en su renuencia a admitir que tal vez, los superintendentes, directores, maestros, padres de familia y estudiantes pueden haber tenido la razón. Que la rapidez en que las pruebas computarizadas fueron desplegadas en todo el estado ha sido demasiado agresivo, que la prueba de 220 millones de dólares fue tan rápidamente creada, con artículos de Utah después que PARCC fue descartado, que no estaban listas para la luz pública y que una prueba inaugural de cualquier tipo sería incapaz de determinar calificaciones escolares apropiadas ya que las mejoras en el aprendizaje no podían ser calculadas en el primer año. Aun así, el departamento sigue declarando que todo está "en curso" y que están firmes en su intención de asignar calificaciones a los niños y como consecuencia, calificaciones para las escuelas para el año pasado. Esta posición, a la luz de las numerosas recomendaciones del estudio Alpine, es irrazonable. La Asociación de Superintendentes de Distritos Escolares de la Florida (The Florida Association of District School Superintendents) le insta a ustedes, al igual que se los pide el Comisionado, que lean el informe completo; no sólo el resumen. En dicho informe, encontrarán páginas y páginas de recomendaciones. Los líderes escolares, maestros, estudiantes y el público en general tienen el derecho a saber qué plazo de tiempo existe para hacerle frente a las recomendaciones del informe. Hasta el momento que nosotros sepamos, el seguir adelante es añadir preguntas y dudas a un sistema de responsabilidad académica ya frágil. Les dejamos a ustedes hoy las recomendaciones del estudio. Por favor léanlas. Y por favor, exijan respuestas a estas preguntas importantes. El Estado insiste que todo está como debe ser. Que no tenemos nada de qué preocuparnos. Les recuerdo que esa fue también su posición antes de la administración problemática de la FSA. Las puntuaciones que se publican a los estudiantes y a sus familias nueve meses después de una evaluación, difícilmente pueden ser consideradas "en curso." Todos debemos preguntarnos cuál es el propósito y beneficio de asignar calificaciones escolares tan tarde. ¿Es para informar y mejorar la enseñanza? ¿Es para ofrecerles a los estudiantes apoyos más apropiados? No lo es, nueve meses después de la administración de esta prueba y como mínimo cinco meses después del comienzo del curso escolar, es un poco tarde. Algunos dicen que no hay nada que se pueda hacer para detener el tren descarrilado que es un despliegue tardío de calificaciones escolares. A esto yo digo, es preferible hacerlo bien en vez de que simplemente se haga. Hay demasiado en juego; incluyendo la credibilidad del mismísimo sistema de responsabilidad académica. Defensores tenaces de las calificaciones escolares argumentan que el no emitir calificaciones escolares por el curso pasado, va a destruir la reforma escolar de la Florida. Yo les digo a ustedes que la emisión de calificaciones de grados escolares tardías son póstumas y que de ninguna manera orienta a la reforma escolar. De hecho, podría poner en peligro a la misma – drásticamente. El Programa de Responsabilidad Escolar de la FLDOE (FLDOE School Accountability Program) ha experimentado varios golpes en los últimos años. Desgraciadamente, ha perdido mucho de la credibilidad que alguna vez tuvo con el público. Lo que solía ser un cálculo simple y bien equilibrado respecto a la aptitud y el desarrollo ha sido arruinado a través de los años y en nuestro afán de repararlo, ahora está programado para que sea una mitad de lo que fuera en su principio fundamental. La emisión de las calificaciones conteniendo sólo el 50 por ciento de los criterios tradicionales – solamente con el rendimiento - excluyendo las ganancias del aprendizaje - es irresponsable y envía el mensaje equivocado a los estudiantes, maestros y a la comunidad en general. Estamos en el negocio del aprendizaje. Creo que todos estamos de acuerdo en que los estudiantes vienen a nuestras puertas escolares con un amplio espectro de capacidades - este espectro está supeditado a una serie de factores que están fuera del control de los maestros – la pobreza, el dominio del idioma inglés, discapacidades en el aprendizaje, etc. Estamos a cargo de desarrollar el intelecto de los estudiantes a pesar de en qué lugar se encuentran cuando llegan a nuestras puertas. Juzgar a alguien sin tomar en consideración cómo los estudiantes progresan en un año es irresponsable y potencialmente engaña a las comunidades en la verdadera efectividad del magisterio. El departamento continúa rebatiendo el hecho de que tiene la intención de usar la FSA como un determinante único en las decisiones, tales como la prevención a la promoción al siguiente grado, elegibilidad para la graduación, o la ubicación en un curso remedial. Lo que no puede contradecir es el hecho de que la prueba será el único factor determinante en las decisiones de calificación en las escuelas - en especial para nuestras escuelas primarias, Kindergarten a 8º grado y escuelas intermedias. ¿O no es verdad que la suma de dos partes iguales es lo mismo que un entero? Dar a conocer las calificaciones, a las que sin duda el estudio de validez se refiere como “dudosas”, sólo servirá para crear una fórmula de calificaciones escolares “dudosas”. Y sabemos que hemos sido tópico de conversación en ese debate por demasiado tiempo. En segundo lugar, la ley estatal vigente establece que el FLDOE puede ajustar el umbral del porcentaje necesario que establece calificaciones escolares- pero sólo las que van hacia arriba. ¿Cómo podemos confiar en los umbrales mínimos de grados escolares durante este curso escolar, sin poder tener en cuenta los aumentos en el aprendizaje de los estudiantes, que en la mayoría de las escuelas van a constituir el 50 por ciento de los puntos obtenidos? ¿Cómo el FLDOE garantizará que la escala que se está creando no dará lugar a distribuciones irrazonables en los grados, una vez que se añadan el desarrollo en el aprendizaje a la fórmula en el 2015-16? Insto a que esta Junta sabia y justa haga una pausa con respecto a la emisión de las calificaciones escolares hasta que todas las recomendaciones de los Alpine/EdCount hayan sido abordadas y hasta que todos tengamos un nivel de confianza en la FSA, en la forma en que la misma es administrada, sus calificaciones y las calificaciones de puntos de referencia que son determinadas para la aptitud. Les recuerdo que para un curso escolar que ya estará a la mitad y con tres meses antes de que los estudiantes se sienten a tomar la prueba de FSA del 2016—el seguir adelante con calificaciones escolares no está de acuerdo con la responsabilidad académica legítima o prudente. Gracias por su tiempo y su servicio a los niños de nuestro estado y para aquellos que los enseñan. # # # 15-DGD/052
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